sábado, 15 de febrero de 2014

Razas de hámster

Antes de elegir un hámster, es conveniente tener unas nociones sobre los distintos tipos que hay, ya que a lo mejor nos hemos enamorado de esa pequeña ratita que no mide más de cinco centímetros, pero no nos convendría por su comportamiento o, lo que es peor, le proporcionaríamos una mala vida.

El tema de las razas de hámster es un tanto difuso, ya que existen muchas hibridaciones, pero vamos a explicar las más comunes:

1. Hámster Dorado o Sirio: 


El hámster dorado es el más popular como mascota, al principio pueden resultar algo agresivos por desconfianza pero acaban siendo de las razas más cariñosas, además destacan por su inteligencia. 

En cuanto a tamaño, son los más grandes. Pueden llegar a medir 18 cm y pesar 180 gr, para vivir en cautividad necesitarían un alojamiento de como mínimo 100 x 50 cm. Como la gran mayoría de hámster son terriblemente territoriales así que NUNCA debe compartir alojamiento. Su esperanza de vida es de un año y medio o dos años. 

En la naturaleza, vive en los campos del norte de Siria, donde se ha adaptado a temperaturas extremas, pero no soporta el calor a más de 22 ºC, así que en verano duerme todo el día en su madriguera, que puede llegar a estar a 90 cm bajo tierra. Las madrigueras suelen tener de 3 a 5 habitaciones, cada una para una cosa. Son bastante limpios y la habitación que utilizan para hacer sus necesidades suele estar bastante alejada de las demás. 
Este hámster hiberna, pero no duerme todo el invierno del tirón, a veces se despierta para comer. En cautividad no suelen hibernar, pero a veces, cuando se apaga la calefacción después del invierno suelen interpretarlo como una bajada de temperatura y pueden aletargarse durante unos días. Si esto pasara, bajo ninguna circunstancia habría que despertarlos.  


2. Hámster Ruso:


En España podemos encontrarlo como hámster siberiano o de las nieves. Es muy sociable y rara vez muerde. Puede llegar a medir 10 cm y pesar 45 gr. En cautividad debe tener un alojamiento de como mínimo 70 x 50 cm.

Como curiosidad, a medida que hay menos horas de luz, su pelaje se va volviendo blanco y cuando las horas de luz vuelven a aumentar, recupera el color de su pelaje original. 

En libertad, vive en condiciones muy duras de frío y nieve. Duerme todo el día en su madriguera la cual suele estar a 10 ºC, su temperatura ideal. No hibernan, aunque sí se aletargan y dejan de salir cada día de la madriguera para salir cada dos o tres. 
Cuando pasa el invierno, suelen salir cada noche a buscar comida y pueden recorrer muchos kilómetros. 
Viven solos y son muy territoriales, son extremadamente agresivos entre ellos incluso con sus propias crías, que al mes, mes y medio suelen irse en busca de su propio territorio y su propia madriguera porque si no, será su propia madre quien los eche y no será de buenas maneras.


3. Hámster de Campbell:  


Este hámster es muy desconfiado y es la raza más agresiva de todas, sin embargo, cuando se acostumbra al ser humano, puede ser el más cariñoso y manso.
Su físico es prácticamente igual al hámster ruso, diferenciándose en algunos detalles como el hocico y la linea dorsal. Debido a este parecido se han producido muchas hibridaciones entre estas dos razas. 


4. Hámster de Roborowski:



Este es mi favorito, tienes que ganarte su confianza día a día y incluso es probable que nunca lo consigas. Su pequeño tamaño (como mucho 8 cm y 30 gr de peso) lo hacen muy miedoso y si le sumamos que son hiperactivos y para nada sociables, tenemos como resultado un hámster que ni se acercará ni nos dejara acercarnos, a menos que trabajemos duro en que confíe en nosotros y aun así nunca será cariñoso como otras razas.
En el caso de que hayamos conseguido su confianza y nos deje cogerlo o se suba él a la mano (porque a veces solo consiente el contacto cuando es él quien lo busca) nunca debemos levantarla más de 15 cm del suelo, ya que es muy nervioso y saltará al vacío sin pensar en las consecuencias. 

Aunque su tamaño sea pequeño, necesitan un hábitat cuanto más grande mejor, sin pisos y sin barrotes, porque lo que necesitan es poder correr en horizontal, no les gustan las alturas y pueden caber entre los barrotes. 

En libertad, es originario de Mongolia aunque también se puede encontrar en zonas de China y Siberia. Vive en desiertos arenosos o zonas semidesérticas y cavan su madriguera en las dunas, la cual no es estable y están reconstruyendo continuamente. A causa de vivir en desiertos, están acostumbrados a correr grandes distancias durante la noche para encontrar comida, corren tan rápido que en cautividad, a menudo salen volando de la rueda de la gran velocidad a la que la hacen girar.


5. Hámster Chino


Está a medio camino entre el hámster y el ratón, ya que tiene características de ambos y su cola es más larga que la del hámster, pero más corta que la del ratón. Su tamaño es parecido al del roborowski, mide de 7 a 13 cm y puede pesar hasta 45 gr si es macho y hasta 38 gr en el caso de las hembras. 

No es muy habitual verlo en tiendas ya que el hecho de tener la cola algo larga, causa un absurdo rechazo en muchas personas. A diferencia del roborowski, que aunque consigas que confíe en ti seguirá siendo muy nervioso, el hámster chino se vuelve muy tranquilo cuando tiene confianza, aunque hasta entonces nos verá como enemigos. 

En libertad, suelen vivir solitariamente en madrigueras, son muy buenos escaladores y pueden saltar muy alto. Este hámster es famoso por seguir asentamientos de humanos ya que de esta manera le es mucho más fácil conseguir comida. 



Aparte de las razas mencionadas, hay muchas más hibridaciones de las cuales hablaremos más adelante.
Y para finalizar, recordad que no puede haber dos hámster en la misma jaula, porque en el mejor de los casos condenaríamos a uno de ellos a una vida de sumisión, pero lo más probable es que presenciemos una masacre. 

viernes, 14 de febrero de 2014

Tipos de jaula


Ahora que estás decidido a tener un hámster, lo primero será buscar su hábitat principal: la jaula. Existen muchos tipos, pero sobretodo hay que tener en cuenta que no todo lo que nos venden es apropiado para nuestro animalito.

En una escala de menos a más:

1. Jaula de barrotes


Son del tipo que podemos encontrar en cualquier bazar: jaulas con barrotes de alambre, apoyados sobre una superfície profunda (o a veces no tanto) de plástico. A simple vista son monísimas (¡Ayyy mira qué casita! ¡Colorines en los tubos!). 

Inconvenientes: el espacio de estas jaulas suele ser reducido. Pensemos que los hámsters en su hábitat natural disponen de metros y metros de tierra a su alrededor, y madrigueras. El hacerlos vivir en estas jaulas puede suponerles (no, seguro) un estrés. Las plataformas no son seguras: los hámsters, por naturaleza, se guían por olfato, no por vista.

Ventajas: podrás presumir de tener un juguetito mono en casa cuando te visiten tus amigos. Si te aburres mucho, podrás dedicarte a limpiar los dichosos tubitos, que terminan siendo un ecosistema de bacterias.



2. Jaula de plástico

A veces es híbrida y se compone parte de barrotes/parte de plástico. La base también es de plástico y muy sólida. 


Inconvenientes: similares a la jaula de barrotes en cuanto a espacio vital (este modelo en concreto es incluso más pequeño...). Las que son completamente de plástico no tienen la ventilación suficiente, pudiendo ocasionar desde enfermedades hasta algo tan básico como es el olor que llega a desprender.

Ventajas: debido a su tamaño y a la pequeña asa que suelen incoporar, pueden usarse en determinadas ocasiones como un transportín, o como lugar provisional para realizar tareas en la jaula de verdad (por ejemplo, mientras la limpiamos).



3. Jaula pecera - acuario

Se trata simple y llanamente de rellenar una pecera con elementos para hámster: bebedero, rueda, material para el suelo, juguetes....


Inconvenientes: principalmente su falta de ventilación. Habrá que estar muy atentos a los movimientos que hace nuestro hámster e ir cambiando zonas críticas (como la zona de comida) cada poco tiempo. El cristal resbala mucho y puede provocar que el hámster se "aburra" al no poder escalar ni trepar; habrá que hacer mucho gasto en juguetes específicos.

Ventajas: si se escoge un buen tamaño, suelen tener el espacio suficiente para que el hámster corra y esté a sus anchas; en definitiva, que esté tranquilo. Como el cristal es totalmente transparente, podremos tenerlo localizado en todo momento para interactuar con él.


4. Jaula casera


Es el tipo menos frecuente pero el más eficaz. Se crea a partir de cajas de ordenación (generalmente de plástico) y rollos de rejilla de alambre.

Inconvenientes: el tiempo que te va a llevar hacerla y los costes de los materiales. Esto puede verse como un inconveniente o como una ventaja, ya que los gastos de los materiales suelen ser inferiores a los gastos que harías comprando una jaula chupi-guay de las antes mencionadas.

Ventajas: casi todas. Se pueden escoger diferentes tamaños según el tipo de raza que vayamos a tener, lo que nos asegura un buen espacio para el hámster. Creando las ventanas de los costados conseguiremos suficiente ventilación, tanto para su salud como para nuestra comodidad.
Fácil de limpiar: es una caja al fin y al cabo.



Existen muchos otros tipos, como los acuarios híbridos (el acuario en sí + barrotes) y muchos más. Estos son los cuatro tipos más básicos y los más encontrados en el mercado (excepto el último, que por ende no lo encontraremos porque tenemos que fabricarlo nosotros).

Esperamos que elijas la mejor opción para tu pequeña mascota. ¡Buena suerte!





lunes, 20 de enero de 2014

¿Cuándo NO tener un hámster?

Estas son algunas de las situaciones en las que debes replantearte seriamente si lo que quieres es un hámster o si es un impulso puro. 


No tengas un hámster si...


1. Te aburres.

2. Tu hijo se aburre. Un hámster no es un juguete.

3. Consideras a los roedores menos importantes que a tu perro o a tu gato.

4. No dispones de presupuesto suficiente para buenos materiales y comida.

5. Tienes el sueño muy ligero (ya explicaremos esto más adelante...).

6. Tienes un miedo atroz a los animalitos pequeños.

7. Tu casa se encuentra normalmente a temperaturas extremas (demasiado calor, por ejemplo).

8. Tienes animales grandes (perros, gatos...) poco educados. Queremos que tu hámster viva el mayor tiempo posible.

9. Sigues llamando "rata" a cualquier roedor.

10. Reúnes dos o más características de las mencionadas en esta lista.


Dicho esto, si estás bien decidido o decidida a obtener un hámster, ¡presta atención a las siguientes entradas!

¡Bienvenido/a a Hammi-Ham!